Un momento en el día para sentirse
bien…….
Diariamente
se esta sometido a una gran cantidad de situaciones, de diversa índole, como
estar inmerso en el ruido permanente, producto de lo que nos rodea, y que forma
parte de la polución ambiental, y mantiene en permanente estado de alerta,
provocando en cada uno de nosotros numerosas tensiones, emocionales y
neuromusculares.
Los
pensamientos vienen y van en un movimiento continuo, fruto de las pre-ocupaciones. ¿Y por que digo
pre- ocupaciones?, porque la mente esta siendo ocupada anticipadamente por
diversas especulaciones y estrategias a seguir, en la búsqueda de soluciones
mas o menos practicas a cada una de las actividades que nos toca vivir a
diario.
Transformándose
en un círculo vicioso que la mayoría de las veces resulta difícil de romper, y
que te mantiene atrapado sin vivir realmente el momento presente, produciendo
entonces un gran desgaste de energía vital.
Es en esa distracción
diaria, poco a poco nos vamos apartando de lo mas básico, la de estar en
contacto con uno mismo, que es sentir o escuchar las sensaciones del cuerpo, y así
visualizar lo que esta necesitando, que puede ser un descanso, si se siente si
o no confortable, y lograr a recuperar así la armonía interior.
¿Parece
algo utópico? Sin embargo, no lo es, es real, aunque solo sea un instante; un
momento en el día, de sentirse bien, disfrutando del tiempo presente, soltando
todas aquellas tensiones acumuladas y provocadas por las exigencias de la época
actual, en este camino que toca recorrer día a día.
Dejar de
lado el pensar y comenzar a sentir, es también buscar un momento, para con uno
mismo.
Volver a
respirar de forma tranquila y profunda, oxigenar el cuerpo y la mente, como
casi se ha dejado de hacer desde que el pasaje de la niñez a ser adulto, se
produce, y entonces comenzamos a respirar de una forma mas superficial no
usando la mayor parte de la capacidad de los pulmones. Basta con observar que
se tiene que volver a ejercitar la respiración abdominal, aquella que usábamos
de muy pequeños.
Y ese
aquietar de la respiración nos lleva a superar situaciones de estrés rápidamente.
Estos son
algunas de ejemplos de lo que nos puede proporcionar y ayudar a corregir o mejorar el Yoga, en donde se
encuentra un conjunto de técnicas coordinadas, que su fin es el de ayudar en el
desarrollo físico, mental y espiritual.
Yoga, como
la conocemos aquí, o Yug, significa Unir, o unión, es entonces la vía que
permite reunir lo material y lo espiritual, y donde se consideran tres aspectos:
el físico, el mental y el espiritual.
Poco a
poco, a medida que se practica, se observan
algunos cambios muy sutiles, la salud mejora, el cuerpo se vuelve mas ágil,
hay un mejor control en la respiración y un mejor relacionamiento con en
entorno.
Es un
camino muy gratificante que cada uno recorrerá a su propio ritmo, para llegar así
a su meta, y donde se comienza por aceptar al Ser como es con todas sus
limitaciones y lo lleva a tener conciencia de su estado.
Aquí en
esta parte de nuestro planeta el tipo de yoga mas utilizado es el Hatha Yoga,
que apunta a lograr una
Salud
radiante.
No existe
la competición, nadie compite con el otro, sino que a medida que se practica se
obtienen los mejores resultados.
Estira la
musculatura, y eso proporciona un cuerpo mas armonioso, lleno de vitalidad y
salud.
No
confundamos yoga con gimnasia, ya que en el yoga es fundamental la respiración,
que ayuda a aquietar los pensamientos y sus movimientos son suaves y
controlados.
No se
limita tampoco a una forma plástica, llegando a lograr hacer posturas
maravillosas. Modela el cuerpo, pero no modifica su morfología, atenúa la
rigidez de las articulaciones, y mejora el tono muscular.
La codificación
del Yoga, fue hecha por Patanjali, quien escribe el primer tratado, en el siglo
III y es gracias a su Yoga Sutra, que vemos un análisis de las practicas
yogicas conocidas en la época y que forman parte de la enseñanza en nuestros días
y conducen al hombre al descubrimiento e
identificación con el Yo cósmico universal.
La práctica
del yoga es una preciosa ayuda, que gracias a la acción directa sobre la
musculatura y las articulaciones, cumple una función preventiva, y a lograr
instaurar el equilibrio energético que puede reducir desordenes orgánicos, y favorecer
el sueño al relajar las tensiones.
Es una
disciplina absolutamente individual, donde cada uno trabaja por su propia
cuenta, en la que uno se contenta con el “hacer y el dejar hacer, sentir,
probar, escuchar al cuerpo, sin forzar, sin exigir, es en definitiva una lección
de humildad. OM